Ingeniero técnico en informática de gestión. Desarrollador web freelance y profesor de desarrollo web a partes iguales. Testarudo autodidacta, creativo, perfeccionista y alma libre.
En este artículo te mostramos todas las CLAVES para elegir el MEJOR portátil para PROGRAMAR. Pantalla, RAM, CPU, SSD y más.
Para programar, de forma general, no se necesita un equipo muy potente, eso todo desarrollador de software lo sabe, ya que al fin y al cabo editar texto y compilar no suele ser una tarea pesada. Aún así siempre hay unos mínimos y un margen que hay que tener en cuenta, sobre todo si pretendes que el equipo dure y disfrutes del tiempo que pases programando en él.
Dicho esto, voy a plantearte esta guía repleta de consejos en lo referente a cómo buscar un buen portátil para programar. Tras este artículo te dejaré un enlace a otro, con una lista de varios modelos de portátiles para programar respetando mis claves.
No me canso de repetirlo a diestro y siniestro: la pantalla de tu laptop es muy muy importante. Al fin y al cabo es el medio por el cual interactuarás con el trabajo que hagas o el software que uses. Vas a pasarte horas y horas leyendo y necesitas una pantalla adecuada para cuidar tus ojos.
Una pantalla en un portátil de tamaño medio (14"-15") tiene que tener una resolución de FullHD (1920x1080). Aún así, la resolución más común en portátiles es HD+ (1366x768) y, a mi parecer, se queda muy corta, ya que hay poco espacio para trabajar cómodamente y el número de elementos en pantalla se reduce drásticamente, reduciendo tu productividad y en muchas ocasiones desmontando el código que te gustaría visualizar en una línea.
En temas de tamaño, si no vas a utilizar monitores externos, debe ser de mínimo 15”, sí o sí, sobre todo porque si vas a programar, necesitas que el texto tenga un tamaño adecuado. Además, es la única forma de aprovechar la resolución 1080p y no forzar la vista.
También existen, como alternativa, los portátiles de 17”. Es un tamaño cómodo, perfecto si es tu monitor principal, pero ten presente que se pierde la portabilidad de un portátil. Así que esta opción sería para estaciones de trabajo.
Más importante aún que la resolución es que la pantalla sea mate, es decir, antereflejos. A pesar de que en el caso de una pantalla mate, los colores son planos y se pierde normalmente calidad del color, al no haber reflejos la vista se fuerza mucho menos al fijarse en los textos que estás leyendo. En el lado opuesto, las pantallas con reflejos acabarán por producirte problemas derivados como el ojo seco y, si no tienes cuidado con las fuentes de luz, acabarán por producirte jornadas laborables interminables.
Haciendo referencia a lo que he dicho al principio, programar no es una tarea pesada, pero siempre es recomendable buscar un equipo medianamente potente para así tener margen para, por ejemplo, trabajar en multitarea, máquinas virtuales, u otros trabajos pesados. También decir, que aunque no se necesite la potencia de un equipo de gaming o edición de video, existen unos mínimos para lograr una experiencia satisfactoria. Además, cuanto más "sobrado" vaya el equipo mucho mejor, esto se reflejará en temperaturas más bajas y refrigeración menos forzada.
Siendo el núcleo del equipo el procesador, es importante que sea prioridad a la hora de elegir qué equipo informático comprar. Diferenciaremos entre las dos marcas de procesadores de sobremesa actuales: AMD e Intel. Aunque me voy a decantar por Intel, ya que AMD no renueva sus procesadores de portátiles desde hace mucho. Habrá que ver cómo evoluciona Ryzen en los portátiles.
Dicho esto, por parte de Intel, existen cinco series de procesadores: Celeron, Pentium, i3, i5 e i7. Tanto Celeron como Pentium son series de gama baja, por lo que no veréis ningún portátil de la lista que lleve uno.
Con esto nos quedamos con los i3, i5 e i7. Así que, aquí diré que, como es lógico, los i3 son los menos potentes, los i5 son gama media y los i7 serían gama alta. Para programar recomiendo mínimo un i5, aunque iría a por un i7 directamente sobre todo si queremos asegurarnos tener un “colchón” de sobra para realizar otras tareas. Luego hay categorías, aunque las principales son las “U” y las “HQ”, siendo las U los menos potentes y las HQ los más potentes.
Tras elegir el procesador adecuado para desarollar a gusto, lo siguiente que hay que mirar es la cantidad de memoria RAM necesitamos en el portátil. Aunque aquí hago una aclaración, y es que en la mayoría de portátiles la memoria puede ampliarse, comprando los módulos correspondientes e instalándolos. Pero, aún así es recomendable elegir una cantidad razonable de RAM, ya que los módulos por separado son caros.
Hoy en día ni mires un portátil si tiene 4GB y no pretendes ampliarlos, ya que con sólo abrir un par de pestañas en Chrome en Windows 10 y con un par de programas ya tienes la RAM totalmente ocupada y se activaría la paginación, lo que ralentiza mucho el sistema.
Yo recomiendo mínimo tener 8GB siendo unos 12-16GB lo adecuado. También puedes encontrar portátiles con 32GB o incluso 64GB de RAM, pero no se necesita tanta memoria a no ser que hagas 3D o tengas varias versiones de Windows en máquinas virtuales abiertas a la vez. Para mi, sin duda, hay que buscar los 16GB.
Aquí voy a ser muy directo, si el portátil tiene un SSD, te olvidas de todo. Pero aquí aparece un problema, por el precio por el que tienes un HDD de 1TB tienes un SSD de 128GB, por lo que, hay que pensar bien qué elegir. Aunque, al igual que sucede con el tema de la memoria RAM, el almacenamiento también puede extenderse, y de una forma más sencilla que la memoria, pues las bahías suelen ser más accesibles.
Como sabes al programar, realizar búsquedas de palabras o términos entre cientos de ficheros es de lo más normal, así que si comparamos la velocidad de lectora/escritura de un SSD contra un clásico HDD (mínimo 2 veces más lento) la elección es clara:
Aquí hago un hincapié en recordar que no en todos los portátiles se puede extender la capacidad de RAM o almacenamiento, por ello, hay que estar muy seguro de ambos conceptos en portátiles con este “problema”.
Yo recomiendo tener un SSD de mínimo 240GB, ya que, por experiencia propia, uno de 120GB se llena muy rápido, aunque, a poder ser, uno de 500GB será una elección para muchos años a la hora de programar. También, si es posible recomiendo añadir un HDD como almacenamiento secundario (para backups por ejemplo) de 1TB más o menos, aunque esa cantidad es a gusto personal, ya que puedes trbajar perfectamente sin incluir un HDD.
Antes que nada, decirte que es importante que el teclado tenga tamaño estándar, es decir, con teclado numérico ¿Por qué? Porque el tamaño de teclas sin reducir, por regla general y salvo excepciones, facilitará las largas jornadas escribiendo código.
Como curiosidad te propongo revisar el layout, que, aunque no lo hayas pensando nunca, en cuestiones de comodidad para programar, la mejor disposición de teclas sería la inglesa. Aunque en caso de no usar el portátil exclusivamente para programar o no poder acostumbrarse al layout, lo suyo sería que la disposición fuese la española.
Por último, un buen teclado tiene que tener un recorrido de teclas notable, porque tener la sensación de estar pulsando teclas reduce la fatiga, además de que mejora la precisión, ya que, a mi parecer, la sensación de poca profundidad o teclas chiclosas, da la impresión de que fallas al pulsar las teclas y de que no se ha escrito una letra.
La mayoría de los portátiles con una gran eficiencia prometen duraciones de unas 10h de batería, pero esto no acaba siendo cierto, debido en su mayoría a que realizan pruebas en unas condiciones poco reales, y al final de esas 10h te quedas normalmente con unas 6.
Debes pensar también que cuanto más potente sea el portátil, menos tiempo durará la batería antes de necesitar ser cargado. Por ello, una duración decente suele estar sobre las 4-6h de batería. Menos quizás sea poco, porque la batería se va degradando con los años. Portátiles con unas 4-5h de batería en un par de años apenas tienen una hora y poco.
Además de lo dicho, observa siempre que la batería sea extraíble, huye de los ultrabooks a no ser que tu presupuesto sea lo suficientemente grande para pagar las cantidades de reparar y cambiar componentes de estos equipos.
Dicho todo esto, quedan un par de consejos:
Ya hemos llegado al final y espero realmente que haya conseguido sintetizar de la mejor forma las bases que en mi experiencia son fundamentales para comprar un buen portatil para programadores.
Si tienes cualquier observación o crees que falta algún dato relevante para ti no dudes en dejar tu aporte abajo. ¡Gracias!
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Sr Código
Ingeniero técnico en informática de gestión. Desarrollador web freelance y profesor de desarrollo web a partes iguales. Testarudo autodidacta, creativo, perfeccionista y alma libre.
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